sábado, 1 de agosto de 2009

Desobedeciendo a Humphrey.



Las veo pasar por mi lado. Todas llenas de piernas, con esos pantalones cortitos que se llevan este verano. Algunas incluso me rozan suavemente (supongo que sin querer... Sí, sin querer.)Percibo las fragancias de sus perfumes. Algunas veces, en un grupito de chicas, hay tantos aromas distintos, que si cerrara los ojos podría pensar que estoy en la sección de perfumería del Eroski.
Se lleva el aspecto näif. Y me encanta. Esos maquilajes suaves de niña buena, coletitas con gomas blancas...
Soy consciente de que algunas de ellas podrían ser mis hijas (no pienses mal, me refiero a la edad. No soy de los que van rociando esperma por ahí)
Vamos, que se podría decir que estoy en el parnaso de los arrozpasaos.

Lo que pasa es que sólo puedo pensar en tí.

Así estan las cosas.

Por suerte o por desgracia sólo puedo pensar en tí.

Alguien me dijo que en la vida nunca se puede jugar a una sola carta. Me explicó que, mientras te quedas ahí esperando que esa única carta sea la más grande, todas las demás juegan en las manos de tus oponentes. Me dijo que es mejor tener varios frentes abiertos: en el caso de que se pierda una batalla puede ganarse otra.

Pero es que yo sólo puedo pensar en tí.

¡Qué le voy a hacer!

En bares atestados o en mi casa oscura, sólo puedo pensar en tí.


Sé que soy lo menos parecido a un topmodel... (Se me ocurre la palabra "Toptonel" para designar el indivíduo mas cercano al tonel que al modelo. Ya lo sé, ya lo sé: qué tontería.)Digamos que he escapado de la vigorexia y de la dieta. Intento encontrar las razones que tú encontrarías para elegirme entre tanto tipo guardarropa. Y no encuentro ninguna. Al menos ninguna que te pueda dar antes de mostrarte mi elenco de virtudes internas, lo cual dificulta muchísimo la tarea.

Pero es que yo sólo puedo pensar en tí.

¡Qué puta vida!

Las razones se vuelven de mantequilla. Sólo puedo pensar en tí.


Si se me apareciera Humphrey Bogart, probablemente me diría: "Muchacho: Una mujer es como una piscina, o te arrojas sin pensarlo, o te largas de la piscina cuando el agua está a punto de rozarte las pelotas" Y yo le diría: "Sí, pero tú eres Bogart, las mujeres no se ríen cuando te ven"
No sé qué hacer. Probablemente una de estas tardes salga a hacerme el encontradizo, y al dar contigo, te suelte de una andanada y a quemarropa todo lo que tengo en ese lugar límbico entre la frente y la lengua. Tengo que ordenar mis pensamientos.

Pero es que yo sólo puedo pensar en tí.

¡Qué obsesión!

Sueño despierto con romances cinemátograficos. No duermo para no dejar de pensar en tí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí me pasa lo mismo; solo puedo pensar en mí.