sábado, 4 de julio de 2009

No vengas ahora. La muerte.

Me pregunto porqué no me fuí el primero. He visto caer a casi todos delante mío, y he sufrido mucho. Mucho no. Muchísimo.
La he visto avanzar hacia mí durante años. Tantos años que puedo sentir su aliento de tierra en mi cara.
Ahora sé que me tengo que preparar. Cada día, tras levantarme, hago un poco de gimnasia (no quiero que me encuentre fofo) me afeito cuidadosamente, me lavo por partes, me limpio los dientes, me perfumo... Después procuro ponerme ropa limpia. No tengo mucha, hace años que la capacidad de entender los inventos desapareció, y la poca ropa ponible que tengo no está nunca del todo limpia. Me miro en el espejo y deseo que ella llegue cuanto antes. No soy la sombra de lo que fuí.

Después desayuno. Y como cada día, me acuerdo de que es mejor desayunar antes de lavarme y acicalarme.

Me siento en el sillón, hago que leo algún periódico amarillento, y miro las ventanas y la puerta de la calle, vigilando. Si la veo aparecer me lanzo en sus brazos.

Las doce. Me parece que va siendo hora de pensar en ir a comer. Me fastidia irme, porque no me gustaría encontrarmela violentamente en la calle. Prefiero estar en mi casa cuando venga. Sin embargo, tengo que ir a comer. No debo desfallecer.
Salgo a la calle y comienzo a caminar. Al instante la fatiga me aborda. Lejos quedan aquellas caminatas de cartero.

Empiezo a presentir que hoy tampoco va a venir. Tendré que arrastrar los pies mañana otra vez...

Como con desgana. Inmediatamente son las cinco. Me he debido quedar dormido. Me voy a casa. No sea que venga.

Después de un largo "paseo" llego al portal. Decrépito, como todo en mi vida. Tengo que subir tres pisos por la escalera. Comienzo lentamente, con la respiración controlada. Dos pasos: inspirar. Dos pasos: espirar.
Estoy llegando a mi puerta. ¡Un momento! Un tremendo dolor me pellizca el pecho. ¡No vengas ahora! ¡Espera a que entre en la casa! ¡Quiero recibirte en mi casa!

Me siento en la escalera. Ella está aquí. Ha venido. Es caprichosa.

Esta no es la manera. Hubiera querido...

Es igual, pronto os veré a todos. Por fín.

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