sábado, 4 de julio de 2009

Rutas vitales.

Amiga:

Lo que más me jode es que me coman la cabeza.

A lo mejor me estoy volviendo un poco egohista, pero los problemas de los demás a veces me impiden concentrarme en mis propios asuntos.

Muchas veces, las movidas llegan a punto muerto, y por mucho que hables no vas a poder ayudar a la otra persona. Llega el momento en que esa persona tiene que tomar sus decisiones en soledad, y responsabilizarse en soledad de las consecuencias que sus propias determinaciones puedan acarrear.

Lo que realmente me desespera es encontrarme a mi mismo dando consejos a los demas, sobre temas que yo mismo no soy capaz de ventilar.
Me veo dando consejos sobre amores, trabajo, rutas vitales... Estrategias que yo mismo no soy capaz de aplicar a mi propia vida. Y eso me jode. ¿Quién soy yo para darte consejos? ¡Por favor! ¡Si no sé qué camino debo tomar!

Algunos hemos nacido para confesores, otros nacen para ser confesados...

Como habrás notado, vengo con la cabeza un poco caliente. No me hagas caso...

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